Semana Santa

Todos llegaron a sentarse junto a él. Tal como le habían prometido, este año habría nuevos invitados a la ceremonia. Se sentaron frente al cadáver y empezaron a degustarlo con rabia. La sangre parecía ser el motivo de la reunión, pues cada uno al devorar la carroña salpicaba al resto en un excitado carnaval carmesí. Los densos y turbios borbotones de licor aún caliente bañaban la mesa, nublando la visión de las personas que sonreían hedónicas y masturbatorias sosteniendo largos huesos entre sus garras, agitados pero apenas respirando.
3 Comments:
¿Viste? Era verdad. Venía a saciar a los hambrientos....
¿Y cuándo aparece el conejito?...
visceral, natural y genial ¿buena cacofonía verdad?
Saludos y felicitaciones-
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