9.6.06

Malditos Blogs



No sé como partió. Es como si lo hubiese pensado, pero no quería hacerlo. Quizás sí, pero por ego no lo había hecho. Pero si esto es puro ego. El tener un blog y publicar cosas de vez en cuando no tiene otra función más que satisfacer el puto ego. Si por escribir lo puedes hacer sin publicarlo. De mostrarlo puedes hacerlo a tus amigos, esos que siempre te leen. Si quieres sorprender puedes mostrarle algún az a ese muy buen amigo tuyo, ese hermano, que sabe todo de ti, menos que escribes, y que escribes harto y que no todo lo muestras, y que te achacas cuando no puedes escribir por falta de inspiración, ese empujoncito que le llaman y no hay bencina como el desamor. Ese hermano que no te conoce y que no sabe que tienes una esponja de ciber-ego. ¿Queremos que llueva? A la cuarta gota, me siento con mi sombra a hablar idioteces, de un idiota para otro. Y entonces para qué quieres una mierda de blog. Solamente para que gente que no haz pensado que pueda leerte, pueda leerte. Me encanta cómo escribes, y a la mierda si todos escribimos igual. Y es lo mismo, porque no sabes ni quién te lee. Ni para qué. Ni si te entiende. O si me entiendes. Y no tengo idea quién eres. No deberíamos leer. Deberíamos escribir para uno. Sin tener nunca la intención de que me leyeras como ahora. Y quién es el ocioso que se mete a ver mi blog. Estás mal. Escribo siempre pura mierda y hoy te la dedico. El teatro se completa con los espectadores, libros con lectores. Y si mato a los lectores correrán ríos de sangre negra de tanto pensar en otros y no pensar en ellos, el mismo negro de los que escriben para otros, y no para ellos. Como yo, que escribo en esta mierda de blog para anónimos lectores errantes de sangre negra. Si logro matar a todos los lectores, me desharé de los blogs. Y volveremos a escribir en los cuadernos sin espiral, las vueltas errantes de escritores con sangre negra, sin nadie que los lea. A la mierda los putos blogs. Este en especial.